miércoles, 4 de agosto de 2010

LOS FINES DE SEMANA SE DOBLA LA VIOLENCIA


Los viernes, sábados y domingos fueron los días en los que más casos de homicidios, de violencia intrafamiliar y de accidentes se registraron en la capital santandereana durante el primer semestre del presente año.
En efecto, muchos de los hechos violentos y de los percances viales, algunos de ellos con víctimas fatales, ocurrieron durante la franja horaria que va de las diez de la noche a las dos de la madrugada.
Los hechos de violencia intrafamiliar, por citar sólo un ejemplo, revelan que entre el lunes y el jueves se presentaron 576 casos; frente a los 614 que sucedieron los fines de semana.
Otro dato: los fines de semana se cometieron 37 asesinatos, superando los cometidos durante los otros días.
Así lo reflejó un balance estadístico, recopilado y entregado a Vanguardia Liberal por el Instituto de  Medicina Legal.
Las frías estadísticas revelaron, entre otras cosas, que las Comunas Norte y Nororiente siguen siendo las más neurálgicas en materia de violencia.
Las denuncias de maltrato entre parejas, en los barrios de estas dos comunas, llegaron a la escandalosa suma de 116. La cifra, a decir verdad, se queda pequeña, si se tiene en cuenta que las autoridades de esta parte de Bucaramanga sostienen que 56% de los casos de agresión física no son reportados por las víctimas.
El alto consumo de licor, la intolerancia que acompaña al bumangués y la falta de operativos de control aparecen como las causas que, en el papel, estarían disparando las cifras violentas durante los fines de semana.
Por considerarlo de gran interés para los lectores, la Página Bucaramanga presenta hoy los registros más reveladores de la violencia y de la accidentalidad en nuestro municipio.
La familia está llamada a edificar el Reino de Dios y a participar activamente en la vida y misión de la Iglesia. Los miembros de la familia, enseñados por la Palabra de Dios, confortados con los sacramentos y los auxilios de la gracia, e irradiando el espíritu del Evangelio, vienen a ser una pequeña porción viva de la Iglesia, por eso nos unimos en oración por todas las familias del mundo y en especial por aquellas que están sufriendo por causa del desamor y la intolerancia, por aquellas que no tienen un techo para vivir, un trabajo para sustentarse, que tienen no solo necesidades físicas, sino también espirituales. Les exhortamos en el amor de nuestro Señor Jesucristo a orar fervientemente por las familias, y para que Dios nos de la fortaleza y el ánimo para salir a predicar su palabra y ser luz a aquellos que están en tinieblas.
Por esta razón me pongo de rodillas delante del Padre, de quien recibe su nombre toda familia, tanto en el cielo como en la tierra. Pido al Padre que de su gloriosa riqueza les dé a ustedes, interiormente, poder y fuerza por medio del Espíritu de Dios, que Cristo viva en sus corazones por la fe, y que el amor sea la raíz y el fundamento de sus vidas. Y que así puedan comprender con todo el pueblo santo cuán ancho, largo, alto y profundo es el amor de Cristo. Pido, pues, que conozcan ese amor, que es mucho más grande que todo cuanto podemos conocer, para que lleguen a colmarse de la plenitud total de Dios.
Y ahora, gloria sea a Dios, que puede hacer muchísimo más de lo que nosotros pedimos o pensamos, gracias a su poder que actúa en nosotros. ¡Gloria a Dios en la iglesia y en Cristo Jesús, por todos los siglos y para siempre! Amén. Efesios 3:14-21